Arquitecturas en la memoria: Balneario de Mondariz (Pontevedra)

INTRODUCCIÓN

Este blog hace un recorrido por arquitecturas significativas desde un punto de vista artístico que desde finales del s.XIX hasta inicios del s.XX podemos ver en Galicia y el norte de Portugal. Se trata de dar a conocer aquellas obras que forman un rico y muchas veces desconocido patrimonio. No es mi pretensión hacer un inventario completo si no una mera aproximación. En unos casos las arquitecturas serán deudoras de ese eclecticismo imperante a partir de la segunda mitad del s.XIX mientras en otros habrá incursiones en lo que a inicios del s.XX se llamó Art Nouveau o Modernismo, tambien conocido en Portugal como Arte Nova. En la medida de lo posible utilizaré mis propias fotografías, haciéndolo saber cuando no sea así. En alguna ocasión tambien haré referencias a patrimonio ya tristemente desaparecido utilizando para ello las imagenes que se hayan conservado.

En esta villa termal vamos a tener unos ejemplos de aquitectura ecléctica no lejos de lo que en otras localidades balnearias europeas se estaba haciendo por aquella época. En realidad el gusto por el eclécticismo en los balnearios venía de tiempo atrás y ejemplos podemos ver en Karlovy Vary, Baden Baden, Vichy etc. Entre las obras más destacadas tenemos el Hotel Balneario (1898) proyectado por Genaro de la Fuente, arquitecto que dejó en la ciudad de Vigo notables edificios. El Gran Hotel Sanatorio (1909-15), el Edificio La Baranda (1910) y el templete levantado sobre la fuente de la Gándara entre 1908-09 por Antonio Palacios (Porriño 1874-Madrid 1945) al que le unía una gran amistad con Enrique Peinador. Esta fuente cubierta es la obra más destacada de todo el conjunto y presenta un notable carácter clasicista. El material empleado es el graníto que como novedad se presenta pulido. Destacan las enormes columnas de granito rematadas en capiteles vegetales sobre los que descansan las vidrieras y la cúpula.

Sobre el Eclecticismo

Aunque solemos establecer una linea divisoria entre los s.XIX y XX asignando uno al gusto ecléctico y otro al gusto modernista debemos tener en cuenta que la permeabilidad es enorme. Así, durante el primer cuarto del s.XX podemos ver como aún se siguen levantando construcciones inspiradas en los mas variados estilos históricos mientras en otras partes el Modernismo rompe con ese pasado historicista.

El Eclecticismo muestra ya por sí mismo un estado muy confuso de las cosas. Las tendencias que se entrecruzan son de lo más variado y en algún caso van a tener incluso características nacionales como va a suceder con el neomanuelino en Portugal. Si de algo va a carecer es de mostar un estilo con elementos comunes como venía sucediendo hasta ahora con el Románico o el Gótico por poner solo dos ejemplos. El arquitecto del XIX parece no estar obligado a crear nada realmente nuevo sino que es suficiente con dar un repaso a lo que la historia de la arquitectura lleva aportado para luego ir tomando aquellos elementos que más le convienen e ir conformando una especie de puzzle en cada nueva obra que acomete. La historia de la arquitectura aparece como una fuente de inspiración sin límites. Si tuvieramos que establecer una fecha para el inicio del Eclecticismo quizá 1848 sería la más adecuada. Fecha clave en la historia por los acontecimientos revolucionarios que tuvieron lugar.

Sobre el Modernismo

El Modernismo se presenta como continuador en el tiempo del Eclecticísmo si bien nada tiene que ver un estilo con otro. Incluso podiamos afirmar que son antagónicos. Denominado Art Nouveau en Francia, Liberty en Inglaterra, Jugenstil en Alemania y Austria, Modernismo en España y Arte Nova en Portugal sus inicios se remontan a finales del s.XIX por lo que convivirá con el Eclecticismo en muchas ocasiones ya que este penetró igualmente en el siglo siguiente con bastante libertad de acción.
Entre los elementos que lo caracterizan podemos señalar un gusto por las asimetrías lo que además se ve enriquecido por el empleo de nuevos materiales como el hierro forjado, las cerámicas policromadas o las vidrieras pintadas. Domina la temática exótica y orientalista. Uno de sus ornatos preferidos es el arco en forma de omega. Toda esta arquitectura alegre y fantasiosa tuvo su final con la Primera Guerra Mundial.

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